Cuando una persona inicia un proceso judicial, lo habitual es que piense en buscar un abogado. Sin embargo, hay otra figura fundamental para que ese procedimiento avance correctamente: el procurador.
Y aunque su rol suele ser menos visible, es absolutamente esencial.
En este artículo le explico qué hago como procuradora, por qué la ley exige mi intervención en muchos casos y cómo puedo ayudarle a que todo fluya con eficacia y sin complicaciones innecesarias.
¿Qué es un procurador de los tribunales?
Un procurador es un profesional del Derecho que actúa como representante procesal del cliente ante los juzgados y tribunales. Es decir, me encargo de gestionar todos los aspectos técnicos y formales del procedimiento judicial: desde presentar documentos hasta recibir notificaciones y asegurar que se cumplen los plazos.
A diferencia del abogado, que defiende los intereses jurídicos del cliente, el procurador garantiza el correcto desarrollo del proceso. En muchos procedimientos, la presencia de un procurador no es solo recomendable: es obligatoria.
¿Qué funciones cumple un procurador?
Como procuradora en la Comunidad de Madrid, mi trabajo abarca mucho más que la simple entrega de documentos.
Estas son algunas de mis funciones principales:
- Representación procesal formal: Le represento legalmente ante el juzgado, asumiendo la gestión procesal en su nombre.
- Presentación y tramitación de escritos: Entrego documentos dentro de los plazos establecidos y con los requisitos que exige la ley.
- Control de plazos y notificaciones: Evito errores que puedan retrasar o perjudicar su caso, controlando tiempos y respuestas judiciales.
- Enlace con el juzgado y el abogado: Coordino el trabajo entre todas las partes para que el proceso no se paralice.
- Solicitud de ejecución de resoluciones: Si hay una sentencia favorable, impulso su cumplimiento sin dilaciones.
Estas tareas requieren conocimiento técnico, experiencia procesal y una gran capacidad de organización.
Y eso es exactamente lo que le ofrezco como procuradora.
¿En qué casos es obligatorio contar con un procurador?
La ley exige procurador en la mayoría de los procedimientos judiciales cuyo valor supere los 2.000 €, así como en todos los procesos penales ante tribunales superiores, en lo contencioso-administrativo y en buena parte de los asuntos civiles.
Algunos ejemplos concretos:
- Reclamaciones de cantidad
- Desahucios y procedimientos hipotecarios
- Divorcios contenciosos
- Herencias judiciales
- Recursos ante la Administración
- Procedimientos penales con acusación formal
Incluso cuando no es obligatorio, contar con un procurador puede evitar errores, ahorrar tiempo y darle al procedimiento una mayor seguridad jurídica.
¿Por qué contar conmigo como procuradora?
Mi enfoque se basa en tres pilares: trato directo, compromiso personal y gestión eficaz. No soy un despacho impersonal: usted tratará siempre conmigo, sin intermediarios.
Esto es lo que puedo ofrecerle:
- Disponibilidad y comunicación clara: Le informo de cada avance, en un lenguaje comprensible.
- Compromiso total con su caso: Me involucro en cada procedimiento como si fuera propio.
- Gestión técnica sin errores: Cuido cada detalle procesal para que usted no tenga que preocuparse.
- Coordinación directa con su abogado: Trabajo en conjunto para que la estrategia legal se ejecute sin obstáculos.
Mi objetivo es que usted se sienta acompañado, informado y seguro durante todo el proceso judicial.
Porque la justicia no solo es cuestión de leyes, también es cuestión de personas.
Su tranquilidad también se representa
En un proceso judicial, la diferencia entre avanzar con confianza o con incertidumbre puede estar en contar con los profesionales adecuados. Como procuradora, no solo gestiono papeles: gestiono su tranquilidad. Estoy aquí para representarle con claridad, rigor y cercanía.
Si quiere saber cómo puedo ayudarle en su caso concreto, estaré encantada de atenderle personalmente.
 
				